El druida participa de la vida scocial, política, cultural, jurídica y religiosa del grupo al que pertenece. Forma con el rey una auténtica pareja, un poder bicéfalo, sin el cual nada puede hacerse. El druida es el que inspira la acción que el rey ejecutará. En una asamblea, el rey habla siempre a continuación del druida, pero éste, no es nada sin el rey. En la Irlanda pagana, el druida paso ser un file y fue a fili a quien convirito St. Patrick al cristianismo. En el continente, las autoridades romanas prohibieron a los druidas la enseñanza y la institución druídica se fue extinguiendo lentamente. En Gran Bretaña, los druidas se mantuvieron por más tiempo integrándose paulatinamente a la clase sacerdotal cristiana.
Hacia fines del siglo XVIII, aparecen druidas (neo-druidas) cuyo vínculo con los druidas de tiempos célticos son nulos. El druida, como tal, solo puede existir en el contexto histórico de una sociedad céltica.
Los celtas y su magia
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